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FASTFULNESS o la pérdida de la objetividad

Daniel G. Pereyra
Daniel G. Pereyra

El creador de esta palabra fue el Dr.Hans Rosling y en su libro así titulado, que por cierto recomiendo, desarrolla el concepto y lo define como el hábito o capacidad de observar el mundo con datos objetivos, sin juicios de valor ni preconceptos erróneos. Es decir, en definitiva, ser Objetivos. El Dr. Rosling se enfoca en la visión que tenemos del mundo, realiza una encuesta en diferentes ámbitos y comprueba que las respuestas correctas sobre 13 preguntas acerca del nivel educativo mundial, el nivel de pobreza y otros temas referidos al estado actual del mundo, no llegan a más de 3 o 4 respuestas correctas. Esto lo compara con respuestas realizas al azar por monos, obteniendo el mismo nivel de aciertos. A qué se debe esto. El Dr. Rosling, nombra 10 sesgos o instintos dramáticos: Grieta, Negatividad, Línea recta, Tamaño, Miedo, Generalizaciones, Rocas, Perspectiva singular, Culpa y Urgencia. Solo nombraré, dos bien conocidos por nosotros y quizá los más influyentes en nuestra mirada. La Grieta, se basa en la mirada Binaria de los hechos, solo vemos los dos extremos e ignoramos la parte media, los grises que también existen. El Doctor se enfoca en la errónea clasificación del Mundo desarrollado vs mundo subdesarrollado, él propone 4 niveles intermedios que se encuentran invisibilizados. Por ejemplo, uno de los temas que aborda es la forma de acceder al agua potable. Aún hoy la ONU no aceptó esa nueva clasificación. Por otra parte, la Negatividad, estudia la influencia que las malas noticias tienen sobre nuestra mirada del mundo actual y dado que las buenas noticias no son noticia, ocurre el desbalance. Los datos demuestran como el porcentaje de pobreza poblacional a disminuído del 40% en 1985 a la actualidad con menos del 10%, solo con leves subas en los años de la pandemia. Entonces, si los datos reales nos demuestran que el mundo está mucho mejor que lo que suponemos, deberíamos trabajar para que los sesgos o instintos dramáticos no invadan nuestras vidas personales. Cuando observamos el aparente miedo de los jóvenes a tener hijos, con la excusa de la tremenda situación mundial, me gustaría regalarles el libro del Dr. Rosling, casi desinteresadamente, aunque a quién no le gustaría llegar al abuelazgo o al tío abuelazgo aunque más no sea.

Creo que el Dr. Rosling, no solo logra una mirada positiva del mundo basada en datos reales, sino también nos convoca a que pensemos cuanto influyen los preconceptos erróneos sobre nuestras vidas personales.


Daniel G. Pereyra

Ingeniero Agrónomo

 
 
 

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